¿Qué quieres que te diga? Si me muero
por hacerte mía, si me matas cada vez que me miras, si me dejas sin
aliento cada vez que suspiras. Si me quedo muda cuando te cruzas por
mi camino, cuando apareces en mis senderos con copas y vino, cuando
me asaltas y me envuelves como el aire que respiro. Si quieres le
grito a mi mundo lo mucho que te deseo y lo hermosa que te veo, pero
tendrás que perdonarme si te grito en el oído porque mi planeta son
tus besos, sus mares son tus ojos y la vida es una canción que lleva
el sello de tu voz. Si quieres desaparezco, me convierto otra vez en
sombra de la noche y no me vuelves a ver, me borro de tu mapa tan
fuerte que ni yo seré capaz de encontrarme. Si quieres me llevo los
versos, las estrofas y los sonetos; me llevo la tinta y las plumas,
los folios y los libros, me llevo a las musas y te dejo escribirle a
la alegría; esa alegría que sé que tendrás cuando yo ya me habré
ido.
Que sin mí estarías mejor, o que quizá eso es lo que pienso,
pero te quiero y quiero aprender a hacerlo bien. Aprenderé a
quererte en la distancia, a quererte en la nostalgia y a quererte aun
habiendo perdido la esperanza. Aprenderé a quererte a medias, a
quererte aunque tú no me quieras, a quererte sin que duela.
¿Qué
más quieres que te diga? Si por mucho que lo intento en lugar de
palabras me salen sonrisas, si tu gato me ha comido la lengua y tengo
los dedos tan gastados de escribirte que me duele hasta rozar el
papel.
¿Qué quieres que te diga? Si con palabras nada te digo, si con silencios hablo
contigo, si todo te digo cada vez que te miro.