miércoles, 26 de septiembre de 2018

Pasito a pasito.

Hoy estoy un paso más cerca de olvidarte, de convertir en polvo volátil el esqueleto de nuestra rara avis, muerta de pena, consumida viva en un incendio del que no pudo escapar, muerta de sed porque ninguna de las dos le dio agua. 

Pero poco importa esa maldita ave ahora, yo sigo siendo libre aunque mis alas estén desintegradas, y he vuelto a sentirme dueña de un cielo gris. He volado entre las nubes haciendo un surco de claridad entre ellas, y he visto, por primera vez, que puedo hacer de nuestras canciones melodías solo mías. 

Me he sentido tormenta y, por primera vez, no he sido yo la que ha tenido miedo de los truenos. Y me siento bien, porque me he dado cuenta de que existo más allá de ti y que mis inquietudes siempre fueron más grandes que tus preguntas. Que mis dudas no tenían respuesta y que intentar solucionar las tuyas me ponía, a cada letra, más lejos de mí misma.

He vuelto a escribir, por costumbre y autoayuda, porque echaba de menos escucharme en el silencio, porque he aprendido a mirar la vida con otros ojos y no quiero que se me olvide nunca. 

Hoy estoy un paso más cerca de tu recuerdo y también un paso más cerca de mí misma. 

Y si no miro atrás es porque aun te echo de menos y no quiero deshacer mi camino para perderme en el tuyo. 

lunes, 17 de septiembre de 2018

Soy.

A veces me gustaría preguntarte si todavía crees en las casualidades, si sigues dejando que el sol entre cada mañana por tu ventana y proporcione algo de luz a tus sombras, si tú también sientes que hay conexiones que no se pierden aunque la relación se acabe.

Otras, sin embargo, me gustaría mantener el silencio que nos separa y aislarlo para siempre del ruido; llenarlo de vacío, que fue lo único que quedó cuando nos dimos la espalda por última vez. 

Dicen que el vacío es la ausencia de materia, pero mi vacío se llamaba igual que yo y estaba lleno de huecos, y yo tenía los ojos llenos de alguien que no era yo. No me encontraba y el reflejo en el espejo no se correspondía con mi interior. 

Fue duro, mirarme y no saber quién era; pero mi problema tenía una solución, ergo ya no era un problema: buscarme. Empecé a liberarme de todo lo que me añadía peso y empecé por no sentirme culpable de sentir y entender la vida de una manera en particular, porque eso me hace única y perderlo fue perder mi identidad. 

Entendí que estoy en los pequeños detalles, en las casualidades, en los ojos de quienes me miran, en quien me tendió una mano cuando necesitaba una caricia. Entendí que soy pedacitos de una ciudad que me acoge siempre que me siento perdida, de las noches de verano, de la arena y del mar, del salitre y la humedad, del pedaleo y la brisa suave y tierna. 

Soy de mi misma, aunque a veces no me encuentre, aunque a veces me mire y solo vea el vacío. Soy de mis penas y mis alegrías, fui de mi pasado y seré de mi futuro; pero sobretodo: soy de mi hoy. 

Soy, aquí y ahora, como individua independiente, soy real e intensa, soy de verdad y cada vez con menos miedo. Soy en ausencia de ti, he llenado tu vacío, el hueco de mi pecho encargado de acogerte ya está lleno; y me late tan fuerte el corazón que duraría toda una vida haciéndome el amor. 

jueves, 6 de septiembre de 2018

¿Utopía?

Hoy me he dado cuenta de una cosa muy curiosa: mientras volvía a casa de noche he caído en que las luces que alumbran la ciudad hacían que, en sombras, mi bici fuese bastante más pequeña de lo que en realidad es. 

Y yo, a tu lado, me sentía bastante más pequeña de lo que en realidad soy. Pero ahora sé que no soy sombra sino luz, y me miro tan de cerca y estoy tan llena de energía que estoy segura de que no voy a pasar frío cuando llegue el invierno. 

El problema no fue que tú no seas grande - siempre lo has sido - sino que te veías más pequeña día tras día; tan vacía y tan perdida que parecía que ni si quiera tuvieses consciencia de ti misma. 

Pero pese a todo siempre te he creído capaz de todo lo que te has propuesto y siempre me he sentido muy orgullosa de ti. Recuerda una cosa: 

"Ahí afuera siempre creyeron en vos"

La cuestión es: ¿crees tú en ti misma? 

Yo estoy muy orgullosa de mi pasado y mi presente. Me gustaría que algún día frente al espejo te dieses cuenta de que, por muerta que puedas verte, siempre has tenido luz en la mirada. Me gustaría que algún día creyeras tanto en ti misma como yo creo en ti. 

Dime: ¿utopía?