viernes, 31 de agosto de 2018

Valencia, de noche y sin ti.

Hoy me he atrevido - después de todo el verano y antes de que este acabase - a recorrer Valencia de noche sin ti. Y además de una de nuestras formas preferidas: en bici.

Hoy he venido a uno de nuestros sitios favoritos para cenar o simplemente ver nuevos sitios y descubrir nuevos "secretos". Hoy, que no te miraba a ti, por fin he mirado la ciudad, mi ciudad.

De repente ha sonado una guitarra y me he sentido dentro del rodaje de una película de esas de verano y bicicletas. Me he visto, sin verme, en una pantalla; y mientras un grupo de chicas y chicos cantaba "I don't believe in anybody", me he sentido tan libre que he creído ser pájaro y poder volar.

Y estoy feliz, pletórica y sumamente orgullosa de mí misma.

Desde que decidiste marcharte rompiéndolo todo he visto un mismo sitio de tres maneras distintas: hecha añicos, sola y, por último, llena, feliz e increíblemente bella. Y he llegado a la conclusión de que mis ojos ven Valencia tal y como yo me veo. 

Por primera vez en mucho tiempo estoy contenta de que no estés a mi lado y así mirar más allá de ti; poder mirarme a mí misma.


~ Última noche de agosto, banquito
 junto al lago; Ciutat de les Arts i les Ciències ~

martes, 14 de agosto de 2018

Presente pasado.

Es como si me estuvieras esperando en la puerta de atrás, esa que da al pasado, pero sin llamar.

Es como si escuchara tu voz pidiéndome que vuelva, pero solo hay silencio.

Es como si quisieras dormir conmigo cada noche y, después de mirar por mi ventana abierta, decidieses volver a casa y abrazar la soledad y el daño que tú misma sembraste.

Es como si supieras que estás condenada a olvidarme y te negases a aceptar la pena.

Amor, yo no quería separar nuestros caminos, no me pidas ahora que sea yo quien los junte. 

domingo, 5 de agosto de 2018

Solo yo.

Solo soy yo intentando olvidar tus canciones: el sonido de tu voz hace vibrar mi tímpano operado. No he tenido tus caricias, ahora tampoco quiero tu ruido.

Soy solo yo intentando ser yo misma y lográndolo: ya no tengo tu sombra, he vuelto a brillar. Ojalá supieras ver que en ti hay mucho más que oscuridad. 

Solo soy yo cerrándole las puertas a un pasado que no cesa en su intento de alcanzar mi hoy: he enmudecido a tus miedos y hecho levitar a tus fantasmas con mi magia. Ya no hay ruido amenazante de pisadas tras mis huellas.

Solo soy yo disfrutando tu ausencia: he dejado tu presencia escondida tras la cuarta pared, dentro de la tercera puerta, por si en un segundo cambias de idea y decides pasar al primer plano.

Y he hecho de mi vida un teatro en el que la protagonista de la obra soy solo yo. 

miércoles, 1 de agosto de 2018

DÍA 11: 01/08/2018

Sé que te quise de verdad porque después del desastre, y sabiendo plenamente que no te necesito, aun me gustaría que volvieses.

Tu fantasma está más cerca de mi presente que de nuestro pasado; y aunque mi mar está en calma sigo un poco alerta por si tu recuerdo alcanza tierra firme.

Y me parece absurdo estar pendiente de él, pero aun lo veo por el retrovisor: parece que no te alejas nunca de mi vida. Y la realidad es que nunca quise que te marcharas, mas al final le hacías daño a mis miedos y yo me debo a mí misma: no podía sostenernos más; nuestro peso estaba a punto de hundirme.

Y no, no lo siento; estoy orgullosa de haberme salvado. Y sí, te mentiría - y me mentiría a mí misma - si te dijese que no quiero que vuelvas. Me hubiera encantado que nuestra despedida no fuese una bomba; que la muerte de nuestra vida no hubiera tenido daños colaterales.

Me entristece la frialdad, pero - citando a María Peláe - "este frío ya no duele porque no viene de dentro". 

La mejor metáfora de lo nuestro son mis pies calentando los tuyos siempre que dormíamos juntas. Pero ya no más, amor, se acabó eso de querer pasar el frío contigo: no tengo ya calor para quien sólo me da hielo.