sábado, 6 de junio de 2015

Rompecabezas complementarios.

Quizá soy demasiado ilusa cada vez que pienso que algún día me vas a escribir, que te acordarás de mí tanto como yo de ti, que sigo estando aquí para ti como tantas veces te he dicho. Y no sé si es el momento, el lugar o la ocasión indicada, tan solo que no hay manera de que no se nos acaben o la tinta o los folios y podamos seguir escribiendo esta historia que tanto tiempo lleva empezada. Y cuando tenemos tinta y papel , nos faltan la pluma, las ganas o ambas. Quizá simplemente que no sea ni el lugar ni la hora, quizá la vida nos haga alimentarnos de tiempo y así nos dé motivos para echarnos de menos; o de más, porque nunca se sabe. ¿Sabes? La ilusión es como la energía, ni se crea ni se destruye sino que se transforma; porque si no fuese así yo ya no tendría la esperanza o las ganas de encontrar la pluma, el papel y la tinta para seguir con todo esto. De seguir confiando en mis corazonadas, en el instinto, en aquello que se dice de que todo sucede por algo. No sé qué pasará, ni tampoco puedo saber qué habría sido de mi vida sin ti, o qué habría sido de mí sin este blog, el encargado de unir nuestros caminos de nuevo. ¿Qué será del futuro? ¿Quién formará parte de él? No sé si voy a verte otra vez, si voy a escuchar tu risa, sentir el tacto de tus manos, sentir la tensión de tu cuello, apreciar tu voz y perderme en tu mirada; no sé si volveremos a cruzar una palabra, pero mi memoria guardará nuestras huellas, una al lado de la otra, hasta que mi vida se apague o, como suelo decir, hasta que mi memoria quiera. Futuro, eso tan incierto y que tanto nos asusta, ese gran desconocido. El futuro es hoy, cada segundo que pasa, cada parpadeo, cada latido, cada respiración... Un futuro, lleno de objetivos, de metas y de sueños por cumplir, que se acerca a pasos de gigante y aparece cuando menos lo esperas, cuando sientes que el hoy durará para siempre, y parpadeas y te das cuenta de que lo que vivías como eterno tan solo es pretérito y que aquello que tanto te asustaba es ahora el presente. Y mi presente, ese que ahora está calmado, echa de menos cada emoción, cada vuelco al corazón, cada lágrima, cada sonrisa, cada silencio, cada palabra... Mi presente se siente vacío de ti y no encuentra nada capaz de llenar ese hueco. Supongo que forma parte de la vida, acabar siendo un puzzle, o una chaqueta que ha sido fruto de mil trocitos de tela diferentes. Supongo que todos acabamos siendo parches de aquellos que pasaron por nuestra vida, o acabamos cubiertos de firmas, huellas, marcas, pegatinas, huecos, vacíos, experiencias, sentimientos... llámalo como quieras. Somos piezas de mil rompecabezas diferentes que, sin creerlo, han acabado encajando. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario