domingo, 19 de abril de 2015

Recuerdos compartidos.

Hoy me he dado cuenta de lo bonita que es la vida compartida, de lo bonita que es la vida cuando, de vez en cuando, te reúnes con aquellos que hace tiempo salieron de ella, aunque no lo hicieran totalmente. Por supuesto ya no estamos todos, muy pocos seguimos juntos y el mismo camino, un camino que pronto se separará, pero que podrá seguir unido tanto como nosotros queramos. Hoy me he dado cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, que hace tiempo que no somos niños, pero que de vez en cuando lo seguimos siendo, y es incluso más divertido que cuando lo éramos. Me he dado cuenta de lo bonito que es compartir un recuerdo, y compartir los recuerdos que los otros ya olvidaron. Hoy me he dado cuenta, de que a pesar de los cambios, todos nos guardamos ese cariño que nos tuvimos; algunos más y otros menos, pero todos en general. Hoy vuelvo a casa con el alma llena. Hoy he mirado atrás y me he reído con las cosas que me enfadaban y con quién me enfadaba, hoy me he dado cuenta de que aunque no recuerde muchas de las cosas que han pasado, sigo teniendo recuerdos que durarán hasta que yo dure o hasta que pierda la memoria, y que el cariño sigue estando ahí, aunque sea almacenado, y que renace cuando personificamos el recuerdo. Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien, y la verdad que esto no debería ser de vez en cuando, ni con la excusa de algún cumpleaños, esto debería ser cuando nos apetezca y con la única excusa de pasar un buen rato, de sentirse en familia de alguna manera, de darse cuenta de que el tiempo pasa por todos. Cuando ves a alguien después de años, cuando ves a una persona que recordabas de niña y ya no lo es, sientes algo que, en cierto modo, te llena. Te alegra ver que seguimos todos la misma marcha que hace años, seguimos siendo como niños pero en un mundo de adolescentes y con problemas que siguen siendo de heridas, pero ya no superficiales. Hoy me he dado cuenta de que cuando compartes un recuerdo lo haces grande. Por esta y muchas reuniones más, que no hace falta alcohol para pasar un buen rato con aquellos con los que compartiste algo más que una clase. Os quiero dar las gracias por hacer, a vuestro modo, que vuelva a casa con el alma llena. Y ya que estamos, reconozco que cariño se os sigue teniendo. 

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