jueves, 24 de diciembre de 2015

Propósitos de vida.

¿Qué tal si te quiero? ¿Qué tal si simplemente te deseo? ¿Qué tal si hoy te beso y mañana me olvido de tu cuerpo? ¿Qué tal si hoy te escribo y mañana también pero no te lo digo? ¿Qué tal si hoy te regalo un abrazo con la excusa de que es Navidad y mañana me olvido de cómo se dan? ¿Estarás ahí para recordarme cómo se hace? ¿Será ese tu propósito de Año Nuevo? 

Hablando de propósitos: ¿quieres saber cuál es el mío? El mío es regalar momentos. Gracias a ti, y a quienes son como tú, que me habéis enseñado cuál es el secreto y cómo se disfruta de cada pequeño momento. Mi propósito es abrazarte, a ti y a todos aquellos a quienes quiero; recordarte que si hace falta por ti me muero, dejarte sin aire y sin palabras cada vez que me lo pida el alma. Mi propósito es quererte a ti, a mí y a los míos; y lo que es mejor: hacerte saber que te quiero. Mi propósito es hacer de este un mundo más bello.

Y si el mundo es demasiado grande y con él no puedo, me conformaré con hacer latir al reloj de tu pecho y que en lugar de tic-tac haga bom-bom. Me conformaré con dibujar en tu rostro cada día una sonrisa, con que me dejes sin aire cada vez que tus brazos te lo pidan. 

Y si el mundo es demasiado grande, me conformaré con hacer grande cada pequeño detalle para ti. 

 Y este es mi pequeño propósito, que más que de Año Nuevo, es un propósito de vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario