domingo, 13 de diciembre de 2015

Abrázame.

Abrázame tan fuerte que me duela, y no me sueltes hasta que haya conseguido dormirme; hace tiempo que no me sentía tan rota y tus brazos son la única manera de juntar todos y cada uno de mis pedazos. Sonríeme hasta que la mandíbula te lo permita, vuelvo a estar perdida en la vida y solo tu sonrisa me sirve de guía. Mírame a los ojos y dime, sin decirme nada y desgarrándome el alma, que todo estará bien, que nunca te irás de mi lado. Prométeme un para siempre aunque no puedas cumplirlo, pero hoy quiero pensar que estarás a mi lado hasta en mi último suspiro. 

Bésame, o déjame besarte, nunca he probado veneno tan dulce y hoy quiero beberme hasta la última gota. Y después me cuidas, me mimas, me acaricias; no te vayas, pues tú eres el antídoto. Me matas, y al mismo tiempo me das la vida. Perdóname si no se entiende que te quiero, pero estamos hablando de amor y algo tan loco jamás se podrá entender. 

Qué bonito es quererte. Qué bonito es contemplar tu cuerpo a la cálida luz de las velas. Qué bonitos son tus brazos rodeando mi cintura; y qué bonita es tu sonrisa cuando la tengo delante de la mía. Qué bonito cuando me pierdo recorriendo tu cuello, cuando busco desesperadamente tus labios, cuando te miro con los ojos empapados y te dejo verme el alma. Qué bonito cuando me coges la mano y me llevas al rincón más bonito del mundo, cuando juegas a hacerme cosquillas, cuando te dejo que me muerdas la vida. 

Abrázame, por favor, hasta que el mundo se destruya entero a nuestro alrededor. Abrázame y déjame emborracharme con tu perfume. Abrázame; tan solo abrázame.

No hay comentarios:

Publicar un comentario