jueves, 28 de enero de 2016

Habrá tiempo.

Ya tendremos tiempo de querernos, ya tendremos tiempo de matarnos a cosquillas, ya tendremos tiempo de entrelazar nuestras manos y fundir nuestros sueños en un único mundo. Ya tendremos tiempo de besarnos las sonrisas y recitarnos versos a las tantas de la madrugada, a media voz y a media vela.

Ya tendremos tiempo de desearnos, de prometernos infinitos que nunca alcanzaremos y de bebernos cada una la sed de la otra. Ya tendremos tiempo de devolverle a cupido todas las flechas que nos unen, de detener tranvías caminando por nuestra vida y de soñar que nos tenemos así como la luna siempre tendrá al mar.

Hoy tenemos tiempo para mirarnos de lejos, como con miedo y deseando que el tiempo se congele en ese mísero segundo, para dibujar medias sonrisas cuando te miro y me miras, para reír y acariciar con nuestra risa cada rincón de nuestro cuerpo. Hoy tenemos tiempo para esperarnos, para alimentarnos las ganas con un poco de distancia, para hacernos polvo en un abrazo y dejar en las cenizas el dolor que un día nos vio separarnos.

Hoy tengo tiempo de contemplar cada segundo de tu belleza, de observar con delicadeza el arte con el que decides pasearte por la vida y disfrutar de cada melodía que me dedica tu voz cuando me hablas. Hoy tengo tiempo de escribirte, de hablar de mí sin hablar de nosotras, de empezar el capítulo por el principio y no la historia por el final.

Ya tendremos tiempo de saber si comeremos perdices o si simplemente seremos felices. Ya tendremos tiempo de averiguar por qué ahora y por qué mi vida y la tuya.

Ya tendré tiempo de averiguar qué te hace sonreír de esa manera. Hoy tengo tiempo de ver como el reloj congelado sufre su lento deshielo y las gotas oxidan al fin las dichosas manecillas para que así dejemos de tener tiempo y empecemos a vivirlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario