domingo, 25 de octubre de 2015

Compartir.

Gracias por compartir conmigo tus sueños, por compartir conmigo tus ilusiones, por confiar en mí para aprender las lecciones. Gracias por escucharme, por entenderme, por interesarte en cada palabra que te digo. Gracias por compartir conmigo un trozo de ti, por aceptar el que te ofrezco, por encajar cada día una pieza más de este nuestro puzzle. Gracias por compartir conmigo cada segundo, por olvidarte de esas manecillas que más que correr vuelan siendo libres dentro de su esfera. Gracias por compartir conmigo cada momento de ese tiempo al que llamamos hoy y que nunca nos pertenece. Gracias por compartir conmigo todas y cada una de las cosas que nunca vuelven, como esta vida. 

 Divides las penas y multiplicas las alegrías. El trago es menos amargo si compartes el chupito con alguien, la risa alarga la vida siempre y cuando sea compartida. Y yo estoy encantada de poder escuchar cada día tu risa, de poder adornar mi existencia con la tuya, de poder emborracharme con tu perfume, de poder contar contigo. Y te confieso, a ti, que me encanta poder contar con tus abrazos, que ahora puedo juntar esos trozos de alma que antes sola no podía. Gracias por compartir conmigo tus días.

La clave es compartir, la clave de todo. Compartir locuras, aventuras, cervezas, vinos, cenas, problemas, obsesiones, noticiones, y cualquier cosa que se pueda  compartir. Nunca está de más compartir un baile, una canción o cualquier cosa que te dicte el corazón. Nunca está de más compartir tu vida, sin olvidarte nunca de que tu vida es tuya. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario